YO TRABAJO Y VOS… NO, VOS NO?

Coronavirus, pandemia, fase 1, cuarentena, desempleo y no muchas más son las palabras que atormentan al mundo y sobre todo a los argentinos en estos últimos 18 meses.

Difícil o imposible escapar a algo que afecta a todos, pero cuando uno sabe que se acerca a un problema tienen 2 caminos para tomar, el de pensar en un bien general y analizar escuchando a todas las partes involucradas, o sea a todos, o hacer lo que realmente se te canta las ganas de hacer.

Siguiendo el camino de los últimos, digamos 12 años, Emir no hizo algo distinto. Después del mandala y de la soberbia que caracterizó a su mandato, cuasi eterno, le siguió este último atropello que dejó en claro que sólo le importa él y quizás él.

Su mala interpretación del último DNU dejo con multas, clausuras y sin trabajar a varios comerciantes locales que podrían hacer trabajado a puertas cerradas con el sistema de PASE Y LLEVE (take away) pero NO, el señor se encaprichó en prohibirlo, como si un local de venta de ropa puede ser un foco de contagio capaz de ocasionar una crisis sanitaria sin precedentes.

De todas maneras esto no es más que el preámbulo de algo mucho peor. El trabajador que vive día a día, el que hace changas, el albañil, plomero, cortador de césped o el que barre las hojas, entro otros tantos, estos 9 días vio que su fuente de ingresos directamente desapareció, pero si tuvo la oportunidad de salir a pasear se encontró con que la obra pública sigue. El paseo de la DEAN FUNES avanza, inclusive un feriado como el del 25 de mayo. Lo más llamativo es que no se hace con empleados públicos sino con una empresa privada contratada por lo que se nos hace difícil entender los criterios de Emir a la hora de elegir quién puede y quién no trabajar.

Como hemos dicho varias veces, necesitamos dirigentes que estén a la altura de las circunstancias y lamentablemente demuestran día a día que no lo están

OJALÁ EN ALGÚN MOMENTO SE DEN CUENTA QUE EL DAÑO QUE ESTÁN PROVOCANDO ESTÁ A LA ALTURA DE ESTA PANDEMIA.