El PJ se alinea en apoyo a Cristina Kirchner y pone en marcha una estrategia judicial y diplomática para intentar frenar su condena.

Apoyado en una estrategia legal y en gestiones diplomáticas, el peronismo busca impedir lo que denuncia como una inhabilitación política disfrazada.

El peronismo cierra filas detrás de Cristina Kirchner y lanza una contraofensiva política y judicial

Ante la inminente definición de la Corte Suprema en la causa Vialidad, el peronismo se reagrupa y prepara una ofensiva en dos frentes —judicial e internacional— para intentar frenar lo que denuncia como una “proscripción política encubierta” contra Cristina Fernández de Kirchner. El máximo tribunal podría resolver en los próximos días si confirma la condena a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos dictada contra la ex vicepresidenta, lo que impediría su candidatura a diputada bonaerense antes del cierre de listas, previsto para el 19 de julio.

“El juicio fue un mamarracho. No se presentó ni una sola prueba. Una Corte seria debería revisar el expediente”, advirtió el diputado Leopoldo Moreau, en declaraciones a Futurock. Y agregó: “Cuando se proscribe, no se proscribe a una persona, sino a un sector de la sociedad”.

Desde el Instituto Patria, bastión político de Cristina Kirchner, ya se desplegaron gestiones diplomáticas. Se activaron contactos con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a través de su asesor Celso Amorim, y se promovió un pronunciamiento del Grupo de Puebla. Firmado por exmandatarios y líderes progresistas de la región, el documento denuncia una “clara persecución política” contra la ex presidenta, califica el proceso como “viciado de parcialidad” y llama a la comunidad internacional a seguir de cerca el caso.

Además del respaldo simbólico, se evalúan acciones concretas: según fuentes partidarias, podrían organizarse protestas frente a embajadas argentinas en distintas capitales del mundo. Incluso trascendió que hubo conversaciones con Jean-Luc Mélenchon, líder de la izquierda francesa, para ampliar el respaldo europeo.

En el plano jurídico, el abogado Carlos Beraldi —junto al ministro de Justicia bonaerense, Juan Martín Mena— encabeza la estrategia legal. Se analizan presentaciones ante organismos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, si la Corte rechaza el recurso extraordinario.

En paralelo, el PJ celebrará este lunes un acto en su sede de la calle Matheu por el Día de la Resistencia Peronista, que servirá también para alinear la estrategia del espacio de cara a un posible fallo adverso. Más allá del homenaje histórico, el encuentro tendrá un claro componente electoral y defensivo.

“El objetivo es impedir que Cristina sea condenada sin revisión”, deslizó un dirigente del entorno de la ex mandataria, que denunció “elementos de parcialidad” en el proceso judicial.

Desde Corrientes, donde viajó el fin de semana, Cristina publicó un mensaje desafiante: “Nos han bombardeado, fusilado, torturado, desaparecido, echado de los aviones. Me gatillaron en la cara porque me quieren presa o muerta. Pero lo que nunca van a poder evitar es que vuelva el pueblo”.

En el peronismo, la defensa de Cristina Kirchner trasciende su figura personal. Incluso sectores más moderados coinciden en que una eventual inhabilitación implicaría una restricción al derecho de representación política de millones de argentinos. Esa percepción, más que una adhesión ciega, es la que vuelve a sellar la unidad del partido frente al fallo que se avecina.