Crece la preocupación en el kirchnerismo por la suba del dólar y los gestos confrontativos de Grabois hacia Massa.

El dirigente social del Frente Patria Grande insinúa una posible ruptura con la coalición de cara a las elecciones de octubre; en el kirchnerismo atribuyen sus movimientos a motivaciones personales y disputas de ego.

Tensión en el kirchnerismo por las críticas de Grabois a Massa: preocupación por la unidad rumbo a octubre

El llamado a la unidad hecho por Cristina Kirchner comenzó a resquebrajarse dentro del nuevo espacio Fuerza Patria, cuando las declaraciones del dirigente social Juan Grabois encendieron la interna. El referente del Frente Patria Grande puso en duda su participación dentro de la coalición oficialista en las elecciones nacionales del 26 de octubre, lo que despertó incomodidad y reproches en el entorno de la expresidenta.

En las últimas semanas, imágenes de armonía entre figuras clave del espacio —como Mayra Mendoza con Carlos Bianco, o Fernanda Raverta con Axel Kicillof— buscaban mostrar cohesión interna en la previa a los comicios provinciales del 7 de septiembre. Sin embargo, la paz fue efímera: Grabois cuestionó duramente a Sergio Massa, asegurando que “mide ocho puntos menos que yo”, y amagó con competir por fuera del frente, en una eventual lista propia como primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.

Desde el kirchnerismo, descreen de cualquier teoría conspirativa y adjudican los movimientos de Grabois a “egos personales” y “ambiciones individuales”. En La Cámpora sostienen que sus críticas no contribuyen al momento actual, donde consideran clave cerrar filas para enfrentar a una oposición libertaria que sigue creciendo en las encuestas.

“Juan tiene que sentarse y negociar. No hay PASO, así que los arrebatos individuales están fuera de lugar”, deslizó una fuente cercana a Máximo Kirchner. En privado, algunos ya lo acusan de inconsistencia: “Si criticó la pelea con Axel e intentó mediar, ahora debería bajar el tono y sostener la unidad”.

Grabois, por su parte, se muestra decidido: “Voy a ser candidato en la provincia sí o sí. ¿Lista propia o dentro de Fuerza Patria? Dependerá de los genios de la política”, lanzó con ironía. Su entorno cree que aún conserva fuerza electoral, como reflejo de los 1,3 millones de votos que obtuvo en las PASO presidenciales de 2023.


La amenaza de ruptura y el temor a perder bancas

El posible quiebre genera preocupación en las filas K. Más allá del impacto simbólico que implicaría una fractura, existe un cálculo electoral concreto: con el sistema D’Hondt, si Grabois compite por fuera, el oficialismo podría perder bancas en el Congreso. En ese escenario, ya preparan números para mostrarle cuánto podría costar su jugada.

Pese al malestar, algunos dirigentes no descartan una salida negociada. En el kirchnerismo reconocen que Grabois tiene visibilidad mediática y un perfil que podría ser útil en el Congreso para enfrentar al gobierno de Javier Milei. Incluso se baraja la posibilidad de ofrecerle el segundo lugar en la lista bonaerense, con una mujer encabezando.


Ofelia Fernández y el malestar juvenil

El malestar no es exclusivo de Grabois. La diputada porteña Ofelia Fernández, cercana a su espacio, también expresó disconformidad con la estrategia unificada: “Como votante puedo bancarme lo que se arme, pero como militante, no voy a militar esto”, dijo recientemente en un streaming. Sus dichos reavivaron viejas tensiones sobre los acuerdos de marzo para el cierre de listas en CABA, donde también se había comprometido la unidad.

Desde La Cámpora critican la falta de coherencia: recuerdan que los representantes de Grabois firmaron el acuerdo para listas unificadas tanto en la elección de septiembre como en la de octubre.


Reacciones internas: entre el fastidio y la cautela

Mientras tanto, Cristina Kirchner evita involucrarse directamente. “Cristina no es la jefa de Grabois”, aclaran cerca suyo, aunque reconocen que el tono de las declaraciones no fue bien recibido. Tampoco cayó bien en el entorno K que Grabois se presente como el mayor opositor a Milei. “Oposición somos todos. ¡Hasta tuvimos una compañera presa!”, exclamaron, en referencia a Eva Mieri, concejala detenida tras el ataque a la casa de José Luis Espert.

Teresa García, senadora provincial cercana a CFK, también respondió públicamente: “Grabois tiene un deseo personal de encabezar, pero no es justo denostar al resto. Nadie votó a favor de Milei. Me parece una actitud díscola”.


Pese a las tensiones, las puertas del diálogo aún no están cerradas. El 17 de agosto vence el plazo para la presentación de listas nacionales, y todos los sectores saben que una ruptura abierta podría dejar heridas difíciles de sanar.